Putin se ceba con las evacuaciones: el ejército siembra 80.000 kilómetros de Ucrania con minas
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, persiste en atacar no sólo al ejército ucraniano sino también a la población civil, como se ha denunciado en reiteradas ocasiones por parte de la comunidad internacional. El Ministerio de Exteriores de Ucrania ha vuelto a ofrecer datos escalofriantes sobre nuevos ataques de las fuerzas rusas perpetradas contra su país. Así, han asegurado que Rusia ha sembrado más de 80.000 kilómetros de territorio ucraniano con minas, muchas de ellas antipersona, que están prohibidas por el Tratado de Ottawa de 1997, firmado por 164 países, pero entre los que casualmente no se encuentra Rusia.
«Rusia está en guerra no solo con las Fuerzas Armadas de Ucrania, sino también con la población civil, violando gravemente las leyes de la guerra. El Ejército ruso está instalando de forma masiva minas prohibidas por el derecho internacional», ha denunciado Exteriores.
En este sentido, en opinión de destacados analistas internacionales, el problema de las minas se habría intensificado tras la retirada rusa del norte del país. Los rusos han estado «contaminando» suelo ucraniano durante los últimos ocho años, desde la primera «agresión armada» en 2014, con unos 16.000 kilómetros cuadrados de las regiones de Lugansk y Donetsk infestadas de estos dispositivos.
El ejército ucraniano afirma haber conquistado 29 enclaves en las regiones de Kiev y Chemigov, y que en todos los casos los rusos habrían llenado campos, casas y hasta cuerpos de civiles muertos con minas. «Los crimines de guerra de los ocupantes rusos están dirigidos incluso contra los niños. Los invasores -denuncian- habrían dejado artefactos en juguetes y objetos diversos a los que los niños pueden prestar atención», han denunciado las autoridades locales.
También han señalado que ya se están llevando a cabo las primeras operaciones para retirar estos explosivos, aunque el grueso del trabajo «comenzará después de la retirada completa de las tropas rusas».
Por ello, Exteriores ha pedido a la población que se mantenga «lo más alerta posible» y a la comunidad internacional que intensifique su apoyo a Ucrania, así como a todas las acciones que le acerquen a «la victoria sobre los invasores rusos» para evitar así «el catastrófico aumento» del número de víctimas a causa de las minas y explosivos «en el corazón de Europa».
Minas terrestres inteligentes
El ejército de Vladímir Putin podría estar utilizando nuevas armas como las minas terrestres inteligentes, una nueva generación de estos explosivos que distinguen animales de personas, detonan la carga sin que su dispositivo sea pisado y además lanza fragmentos de su ojiva que son letales a 16 metros de distancia.
Estas minas rusas, denominadas POM-3 y también conocidas como Medallion, son una nueva generación que disponen de un sensor sísmico para detectar a una persona a cincuenta pasos de distancia. Las minas fueron desplegadas por el ejército ruso el pasado 26 de marzo en territorio ucraniano mediante cohetes disparados desde lanzadores terrestres especialmente diseñados para ese propósito, según recogía el reciente informe difundido por la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
“El 80% de las víctimas de estas armas el pasado año fueron civiles, de los cuales un 30% eran niños. Las minas matan y causan heridas graves, a menudo con secuelas físicas y traumas psicológicos duraderos”, subrayó la directora del servicio legal de Handicap International, Anne Héry.
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